Para una estudiante de idiomas es muy curioso e interesante conocer el origen de las palabras y su significado por lo cual “Bunorgándi” no fue la excepción. Su nombre es tan asombroso como la experiencia y lecciones a vivir. El 1 de abril de 2021 emprendimos un viaje con los chicos de BioFuture Panamá hacia nuestro segundo hogar: La naturaleza en su estado puro, cuyo nombre lleva Reserva Natural De Bunorgándi, un lugar casi nuevo para el resto del mundo pero bien habitado por su buena gente y criaturas impresionantes.
Como ha sido mencionado en artículos escritos por la compañera Melani Gil Moreno, Bunorgándi está ubicado en la zona este del país en la comunidad de Playita, Buenos Aires, Cañitas, distrito de Chepo. La reserva de Bunorgándi pertenece a la bióloga Renate Sponer de origen austriaco quien con el esfuerzo propio y personas de su confianza han logrado convertir esta zona en un lugar de protección y conservación de las especies de plantas y animales que originalmente habitan esta zona.
El mensaje transmitido es este: Aprender a coexistir para poder existir y durante nuestra estadía estas palabras se quedaron grabadas en nuestras mentes y corazones. Desde el primer día en la reserva quedamos totalmente maravillados con el encanto que tiene la madre tierra: Montañas cubiertas de árboles antiguos y sabios, un cielo que nos brindaba el mejor de los climas, ríos con aguas tan cristalinas y limpias que maravillaban, animales que en su inocencia y estado salvaje cautivaban la perspectiva humana y una de los puntos más importantes las personas que habitaban el lugar mostrando respeto y una nueva actitud hacia la naturaleza.
Para corroborar que no estábamos en un sueño los 4 días que estuvimos viviendo en Bunorgándi realizamos diferentes actividades guiadas por personas que conocían este lugar casi tan bien como a la palma de su mano. Ellos son El Señor Celo, Gilberto, Víctor y Daniel que con mucho entusiasmo estuvieron mostrándonos los tesoros escondidos de Bunorgándi y permítanme describirles brevemente cada experiencia. Tuvimos la dicha de subir y casi escalar la zona boscosa del lugar para llegar al límite con Madugandí, aunque fue un tramo un tanto difícil así mismo fue enriquecedor ya que nos permitió observar de cerca la selva para conectar con ella y casi como si el bosque quisiera presumirnos su encanto especies como la serpiente Patoca y una rana veneno de dardo negra y verde fueron vistas durante el recorrido causando en nosotros una particular emoción. Otra actividad realizada fue una cabalgata alrededor de las fincas ubicadas cerca de la reserva haciéndonos ver con claridad el lugar tan sin igual que estábamos atravesando, mientras teníamos este paseo el cielo nos refrescó con la lluvia para hacernos sentir con más energía y vida. Una experiencia totalmente nueva para todos: La pesca en el río. Gilberto nos explicó que clase de peces se podían pescar, desde Sábalos hasta pequeñas sabaletas y a continuación como hacerlo, primero fuimos por la carnada y nos tocó recolectar saltamontes para luego visitar varias partes del mágico río hasta encontrar el lugar perfecto donde cada uno de nosotros pudo atrapar sabaletas ¡Fue una total experiencia! Otra actividad inolvidable fue la visita a un Chorro que pocos conocen pero seguro enamoraría al mundo entero. Víctor, uno de nuestros guías, contó que lo ha visitado más de 20 veces y aun así no se cansa de ir. Llegamos casi a las 5 de la tarde a este lugar donde pasamos un agradable rato y pudimos apreciar la desaparición del día y el nacimiento de la noche con sus estrellas que como por arte de magia adornaban un cielo parcialmente despejado. En el regreso al rancho todo estaba totalmente oscuro entonces apagamos nuestras linternas y ahí estaba la constelación de Orión siendo la protagonista esa noche y anonadándonos con lo espectacular que se veía, aun al cerrar los ojos recuerdo como lucía.
Bunorgándi, con todo lo que hay en ella, es un lugar que sana, enseña y cambia la perspectiva de quien la visita. Aún hay muchas historias que contar pero no es lo mismo leerlo que vivirlo. Invito a todos los que están leyendo este artículo acercarse a la reserva y conocer su historia de conservación. Y por supuesto no puedo terminar sin revelar el origen de la palabra Bunorgándi proveniente del Guna que significa Río de mujeres o medicinal, ya que esta cultura asocia a las mujeres con su poder sanador. La conservación y entendimiento de la naturaleza es la clave para un mejor futuro.
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