Manicura
Manicura rusa: qué es y en qué se diferencia de la manicura normal
Probablemente esta sea una de las primeras dudas que se te vienen a la cabeza. Sofya nos lo aclara: “La manicura rusa se hace con el torno y deja las uñas totalmente limpias, sin cutícula. Se llama 'rusa' porque las rusas fueron las primeras en trabajar esta técnica”. De hecho, se trata de una técnica profesional meticulosa y delicada que sólo manicuristas profesionales instruidas o instruidos en ella son capaces de realizar -vamos, que no intentes hacerte este tipo de manicura en casa-.
Por lo tanto, en lugar de utilizar las limas tradicionales, la manicura rusa necesita de un torno para el proceso de limado y para dar forma a las uñas de forma rápida y precisa. De esta forma, quedan totalmente limpias, se suavizan las irregularidades de la superficie y el resultado son unas uñas pulidas y uniformes.
¿Cómo se hace la manicura rusa?
La diferencia fundamental con una manicura normal hecha por profesionales radica en la fase de limado. Los pasos serían:
Preparación de las uñas retirando cualquier esmalte de uñas previo para que queden totalmente limpias.
Limado utilizando un torno eléctrico equipado con una fresa especial. Mediante movimiento suaves y precisos, la especialista irá dándole forma a las uñas, eliminando asperezas e irregularidades.
El paso siguiente será el cuidado de las cutículas, retirándolas suavemente y eliminando el exceso de piel.
Finalmente, se procede al esmaltado en caso de que queramos hacerlo, seguido de una correcta hidratación para mantener las uñas y las manos suaves y cuidadas.
¿Por qué elegir la manicura rusa y no una normal?
Sin duda, supera a la manicura clásica por perfección y calidad. “Esta manicura se hace en seco y se quita toda la cutícula, esmaltando más cerca de la piel. Así se aprecia menos rápido el crecimiento de la uña y permite que puedas mantenerlas perfectas durante más tiempo”. De hecho, la acción del torno y la pericia del experto o experta en manicura aseguran una limpieza total de las uñas, que estas se vean más limpias, arregladas, y que este resultado se prolongue durante, por lo menos, entre tres y cuatro semanas. Y ¿quién no quiere tener una manicura perfecta durante casi un mes?